
Perdida, de Gillian Flynn
En las primeras páginas de la novela de Gillian Flynn, Perdida, me encontré pensando, “Esto es lo que quería leer hace tiempo, una novela absorbente, hábilmente trazada. Cada nuevo giro me asombra y me deja con ganas de descubrir qué ocurre a continuación”. Luego la historia continuó con el relato de cómo el marido, Nick, comienza a lidiar con la repentina desaparición de su esposa Amy y algunos detalles, revelados poco a poco hacen que se pueda poner en duda su inocencia en el asunto. Durante ese corto tiempo, el libro entró en una meseta (desde el nivel de extraordinario a intrigante).
Marguerite Yourcenar escribió hace mucho tiempo que “si usas mucho tiempo una máscara, se convierte en tu cara.” Esto puede funcionar para bien o para mal, pero cuanto más horribles los secretos que se guardan, más cuidadosamente se construye esa máscara. Entonces, ¿qué pasa si usted descubre, después de cinco años de matrimonio, que sólo había visto la máscara y nunca la verdadera cara de su cónyuge? Una vez que conozca esas verdades oscuras, ¿podría seguir casado con esa persona?
El conocimiento es poder, y nunca tanto como en una relación íntima.
Entonces llegué a la segunda parte del libro, Flynn patea el tablero, y la novela se convierte una vez más en una lectura increíble.
¿Qué pasa si su cónyuge le conocía tan bien que podían anticipar su comportamiento en cualquier circunstancia, y por lo tanto manipularle sin que usted se dé cuenta?
Sin dar spoilers, la segunda parte nos presenta algunos de los principales puntos de giro de la trama, que arrojan sobre Amy una luz completamente nueva. A partir de ahí, la historia avanza como una mecha que se ha encendido, y es sólo una cuestión de tiempo hasta escuchar la explosión, y sólo quedará ver cuánto daño hizo. El camino es torcido, inquietante y a veces horrible. Pero también es irresistible.
Gillian Flynn lleva las preocupaciones maritales comunes sobre el dinero, la familia política, y la paternidad, y los convierte en residuos tóxicos.
Perdida es un thriller de terror, pero cocido a fuego lento. Flynn se encarga de repartir sólo la información suficiente para hacer que usted piense que sabe lo que viene y ¡zas! le golpea con otra revelación que lo cambia todo. Y se ahorra su mejor golpe para el final, que es chocante en su sutileza. Y como valor añadido, Gillian Flynn tiene un estilo de escritura distintivo, que realmente me involucró en lo que estaba pasando con sus dos personajes principales. Ahora serán lectura obligada sus dos libros anteriores: Objetos filosos y Lugares oscuros.
Sólo una advertencia: Perdida contiene lenguaje soez, así como algo de violencia y contenido sexual. Esto no fue un problema para mí, pero podría serlo para algunos lectores sensibles.

